Esta obra fue presentada por primera vez en la exposición colectiva Efemérides. Fragmentos selectos de la historia reciente de Chile, en el Museo Histórico Nacional de Santiago. Las obras convocadas compartieron el espacio de la exhibición permanente del museo, generando cruces y tensiones narrativas. En este contexto, esta obra fue instalada en el acceso del museo, al lado de la placa conmemorativa de la restauración Palacio de la Real Audiencia.
Posteriormente fue exhibida en el Museo del Barro en Asunción, Paraguay, en la exposición individual El sueño de una noche de verano y por último en el Museo del Tambo Quirquincho en Bolivia, en el marco de la IX Bienal Internacional de Arte SIART.