Texto Artista
"Cuando empecé a trabajar con serigrafía en 1983, puse mi interés en el soporte, investigando cuál era el más apropiado para mi trabajo. Comencé produciéndolos en serie. Hacía cajas con cera virgen e imprimía sobre ellas con tintas oleográficas que tenían gran capacidad de anclaje, o sobre distintas telas y materiales tramados logrando una imagen más o menos visible. (...) Partí con la pintura rupestre chilena y los textos que relataban las Américas en la Historia del Nuevo Mundo del cura y cronista colonial Bernabé Cobo. Cada relato podía ser una obra, incluso imprimí fragmentos de varios de esos relatos en mis trabajos. Paralelamente, continuaba buscando nuevos soportes para imprimir. Fue ahí donde se coló lo doméstico y comencé a desplazar todo. Llenaba latas de repostería con cera virgen, las serigrafiaba y metía al horno, generando nuevamente series. Me interesaban los cruces de materiales y la impertinencia de los procedimientos. Probaba tiempos de secado, tipos de tintas y solventes, temperaturas, resistencia de los hilos. Pura investigación técnica de la que salían nuevos cruces conceptuales y seguramente impertinencias teóricas, lo que no me importa mucho pues yo sólo uso la teoría cuando me enciende la imaginación. En esas pruebas descubrí infinidad de soportes por azar. El arte está lleno de azares…, siempre que haya experimentación, que es la única manera de descubrirlos y transformarlos en hallazgos, de lo contrario no eres capaz de deslumbrarte con nada". Nury González. Fragmento entrevista en Revista Textil, sin fecha.