Fotografía a color en formato vertical, en ella hay dos personas adultas bajo un quitasol, más una niña sentada en una silla. A continuación se observa una tela de cáñamo doblada y montada directo a la pared, lleva bordado a mano en letra imprenta y a punto cruz el texto: El que sueña puede más que el que no sueña. Sobre el piso se dispone un velador de madera, encima tiene un par de zapatos marca Ferragamo de color rojo.
El que sueña puede más que el que no sueña
La exposición se presenta en D21 Proyectos de Arte, a partir del viernes 12 de octubre hasta el jueves 15 de noviembre. Está compuesta de materiales, objetos e imágenes recolectadas por años y que son recurrentes en su producción artística desde mediados de los ochenta en adelante, tales como prácticas del arte popular como telas talares hechas a mano y ovillos de lana intervenidos por polillas, además de telas, textos bordados, fotografías, cenizas y tierra. Las obras, por un lado, refieren a la figura de las Moiras o Parcas de la mitología griega, reflexionando en torno al tejido como puesta en crisis de la linealidad de los relatos e historias. Por otro lado, proponen un cruce entre textos de los filósofos Patricio Marchant y Jacques Derrida, a quienes pone en diálogo con imágenes de fronteras. Además, las obras recurren también al sustrato autobiográfico, al incluir como objetos, fotografías y sábanas de cáñamo del siglo XIX que forman parte de la memoria familiar. El trabajo de recolección y orden de objetos se traduce en una poética que gira en torno a la densidad de los materiales, de los residuos y de lo orgánico, a la vez que muestra una preocupación por la textualidad y sus interrupciones. Esta última vuelve cifrarse en la figura de las Moiras, a quienes se les atribuía no sólo el manejo del destino, sino que también la invención de las cinco vocales del alfabeto griego.
Esta obra está formada por un velador que perteneció a Nury González y que la artista había comprado en el persa Biobío. Los zapatos que se encuentran sobre la superficie del velador, de marca Ferragamo, pertenecieron a su madre. La sábana de cáñamo sobre la pared, fue comprada en uno de los viajes de la artista a Francia, específicamente en los alrededores de Toulouse. Sobre su superficie se encuentra bordada en punto cruz la frase " El que sueña puede más que el que no sueña", inspirada en el pensamiento indígena paraguayo que la artista crea a partir de los ejercicios de lectura realizados en la biblioteca de Ticio Escobar durante su estadía en Asunción, gracias a la beca Rockefeller. Esta misma frase fue utilizada en la obra Sueño Velado, en los veladores de reemplazo que les dejó la artista a todos quienes prestaron los suyos para la instalación. El texto estaba impreso en letra set adherido sobre a la superficie del mueble.
Esta obra es parte de la exposición Hebra Perdida, oportunidad en la que la artista cambio la fotografía donde aparece ella con sus padres, por una similar donde aparece la hermana.