• La Huella del Otro
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La Huella del Otro 2012

NG-O-063

Año de producción
2012
Tipo de obra
Técnica / Material
Espejos, texto autoadhesivo
Dimensiones
40 x 30 cm cada uno

Descripción visual
Siete espejos con texto autoadhesivo de color azul, escrito en letra imprenta. Se disponen sobre la fachada de una construcción, en dos grupos de tres y un último espejo se presenta individualmente. Los conjuntos están separados por las ventanas del edificio. 
Textos en la obra

1. El rostro es / la evidencia / que hace posible / la evidencia

2. El rostro en su / desnudez de rostro / me presenta / la indigencia / del pobre / y del extranjero

3. El rostro / es la palabra / del que / no posee voz

4. El rostro es / lo que / nos prohibe / matar

5. El rostro es / una obligación / que ninguna / interioridad / permite

6. El rostro / está ahí / para / la muerte

7. El rostro  es / el más evanescente / de los  / objetos

 

Contexto Histórico
La huella del otro y Cuerpo hay ahí formaron parte de la selección de obras exhibidas en la XI Bienal de la Habana, la que en esta versión buscó propiciar el diálogo entre arte y espectador a partir de la relación entre prácticas artísticas e imaginarios sociales y que, con la participación de alrededor de ciento ochenta artistas provenientes de cuarenta y tres países, dio por concluidas sus actividades el 11 de junio de 2012.
Biografía de la obra
Frente a la catedral de La Habana, en la fachada de la Calle San Ignacio del Centro Wifredo Lam, se instaló La huella del otro, una obra formada por siete espejos de 30 por 40 cms. –"formato similar al del retrato en pintura", dice Nury González– que fueron intervenidos por esta artista con frases como El rostro está ahí para la muerte o El rostro es la voz de los sin voz, fragmentos de Totalidad e Infinito del filósofo Emmanuel Levinas. Dispuestos a la altura del rostro, estos espejos interpelaban a los transeúntes que se encontraban sin previo aviso con su reflejo y con las frases en azul que los invitaban a reflexionar en torno a lo que simboliza el rostro, –"que es lo más expuesto del cuerpo. Por eso era tan interesante que esta obra estuviera en la calle, como un pequeño gesto, como una obra silenciosa en medio de las que destacaban por su monumentalidad".